Las redes se han vuelto más vulnerables debido a la gran combinación de ataques cibernéticos cada vez más sofisticados y numerosos, además del crecimiento exponencial de los dispositivos conectados, los cuales crean un riesgo mayor, lo que significa que las organizaciones están librando una batalla interminable para mantener segura su red y la información que almacenan.
Históricamente, las organizaciones han confiado en garantizar que el firewall corporativo sea lo más robusto posible; aunque este enfoque busca la seguridad para el acceso a la red, el riesgo de que sea vulnerado sigue existiendo, lo cual pude provocar daños irreparables. Por otro lado, es posible que los delincuentes cibernéticos permanezcan durante semanas o meses antes de ser descubiertos.