WannaCry no ha muerto. Y no debería sorprendernos. Los expertos en seguridad informática nunca dieron por finalizado el «ramsonware» que afectó a más 360.000 equipos de 180 países diferentes en el año 2017. Hoy, un año y medio después de su ataque, WannaCry encabeza la lista de familias de cifradores más extendidas. El ransomware ya ha atacado a 74.621 usuarios únicos por todo el mundo, según el último informe de Kaspersky Lab. Estos ataques representaron el 28,72% de los usuarios atacados por cifradores en el tercer trimestre de 2018. El porcentaje aumentó durante el último año, lo que representa un crecimiento de más de dos tercios frente al tercer trimestre de 2017, cuando su participación en los ataques de cifradores fue del 16,78%.